De todos los edificios históricos de la Ciudad de Buenos Aires hay uno que sobresale por ser el más antiguo y por contener, entre sus muros, buena parte del adn histórico del ser nacional argentino. Así es como la Iglesia de San Ignacio de Loyola se alza como uno de los monumentos mas fascinantes de la arquitectura porteña no sólo porque es el espacio mas antiguo y mejor conservado del casco histórico sino porque, además, en su interior posee un conjunto de piezas del arte colonial como sucede en otras ciudades de sudamérica, con las que comparte un pasado en común y lineamientos estéticos similares. Es por ello que en este fotorreportaje los invito a descubrir algunos de los secretos que esconde la Iglesia de San Ignacio de Loyola y en él les explico porqué es recomendable hacerse un alto y dedicarle una visita.
A escasos metros de la playa de Ipanema y emplazado entre las ruas Prudente de Moraes y Vinicius de Moraes se encuentra el Bar Garota de Ipanema, ícono ineludible para explicar el origen de uno de los movimientos musicales más importantes del siglo XX. Según cuenta la leyenda, en los años sesenta Vinicius de Moraes era uno de los fieles asistentes a las playas de Ipanema. Allí, todas las tardes veía llegar a una chica que llegaba con su bikini y sus curvas privilegiadas pero, según cuenta, jamás se animó a hablarle. Así fueron pasando los días y la misteriosa muchacha no sólo le rompió el corazón a Vinicius sino que terminó siendo una fuente de inspiración que quedó plasmada cuando el autor le dedicó la letra y los acordes de la inolvidable Garota de Ipanema.
Redactor/Editor
Periodista, docente y viajero crónico. Actualmente reside en Buenos Aires. Desde 2004 edita el presente sitio y viajó por más de 50 países alrededor del mundo. Su trabajo se basa en exponer el costado más humano de los viajes, ese que aparece cuando logra alejarse de la idea de turismo y emprende un camino con el otro descubriendo sus costumbres, sus sistemas de creencias y sus mentalidades.