En los años posteriores a la muerte del matrimonio Ceausescu y el inicio de la nueva vida democrática liberal, Rumania supo consolidar una interesante red museística y de espacios dedicados a la preservación de su memoria. Así es como el Museo Histórico Nacional de Bucarest o el Museo Nacional de Arte de Rumania son dos de los mas importantes, hay otros en los que, lejos de una gran ampulosidad o fastuosas obras de arte, resultan una recomendable oportunidad para acercarse a los acontecimientos y personajes que forjaron la historia del pueblo rumano.