02 Mar
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El Museo Histórico Regional de Sofía es una de las propuestas más interesantes para tener un acercamiento a los hechos y acontecimientos que forjaron el pasado de Bulgaria. La institución cuenta con una amplia línea de tiempo que abarca desde el Neolítico y la Edad de Bronce hasta los años en los que el Comunismo gravitó en el país por haber sido este una República Socialista Soviética.

El edificio en el cual funciona hoy el museo se encuentra en una de las zonas más bellas de la ciudad y en la que, en un pasado lejano, además, funcionaban los baños públicos minerales. Su construcción data de principios del siglo XX y para definir su estética se utilizaron diferentes estilos entre los que se pueden advertir el vienés, el búlgaro y el bizantino razón por la cual aparece como una pieza arquitectónica ecléctica y hasta dificil de definir. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial el edificio fue bombardeado casi en su totalidad y luego se reconstruyó dejándolo tal cual como se lo puede apreciar en la actualidad.

El museo cuenta con 8 salas que se pueden recorrer de manera cronológica y que arranca en la muestra de piezas antiguas de la Edad de bronce. Luego hay otra dedicada al mundo medieval (en el que Bulgaria concentró la mayor cantidad de obras de arte de su patrimonio) otras dedicadas al pasado político del Siglo XIX y,otras, destinadas a los años en los que el Comunismo gobernó a la población hasta 1989 año en que el mundo bipolar cayó y sobrevino el proceso de globalización.

SALA DE LA BULGARIA ANTIGUA

En la primera sala el visitante se podrá encontrar con una serie de objetos que datan de los años en que una serie de pueblos originarios búlgaros se asentaron en la zona de la actual Sofía motivados por la presencia de fuentes de agua mineral. En la fotografía puede verse una vasija de ónix y vidrio en la que se representa algunos de esos primeros pobladores y la reconstrucción gráfica de cómo había sido la pieza originalmente. 

             Reconstrucción de una estela y un jarrón de alguno de los pueblos originarios búlgaros 

                                                  Reconstrucción de una casa del Neolítico 

La presencia grecorromana en la región fue muy importante. Debido a la cercanía que existe entre la actual Bulgaria y Macedonia los contactos fueron muy estrechos promoviéndose el intercambio económico, cultural y de ideas políticas. En el año 45 Tracia pasó a formar parte del Imperio Romano del Emperador Constantino y con ello, la fisonomía y la mentalidad de los búlgaros cambió para siempre.

         Inscripciones en griego antiguo dan cuenta de la relación que existía entre Bulgaria y Grecia 

SALA DEL MUNDO MEDIEVAL

La aparición del Cristianismo determinó por casi diez siglos la vida cultural y religiosa de Bulgaria. Con personajes como Alexander Nevski (Rey y santo de la Cristiandad de los años 1200) y una colección iconografica de las más prolíficas de Europa del Este, en esta sala se puede observar una buena parte de esas colecciones.

Versión díptica de Jesucristo en la que se observa lel momento de la palabra (representada en la Biblia) y el episodio en el que bendice la cabeza decapitada de su primo San Juan Bautista. 

Algunas piezas tienen los faltantes característicos de los restos arqueológicos. En el museo los conservan y cuidan siguiendo lo mas estrictos controles y técnicas de preservación del patrimonio.

El excelente estado de conservación en que se encuentran muchas de las piezas vuelve a Bulgaria un lugar de privilegio dentro del patrimonio de la Edad Media.

SALAS DEL SIGLO XIX: LA LLEGADA DE LOS MONARCAS

Con la consolidación de los estados nacionales en el siglo XIX, la constitución nacional de 1879 definió a Bulgaria como una Monarquía Constitucional hereditaria, siendo Alejandro de Battenberg el primer príncipe en ocupar el trono recientemente creado. En 1908 abdicó y asumió el reinado Fernando de Sajonia Coburgo-Gotha quien estaba emparentado no sólo con parte de la monarquía europea (La reina Victoria de Inglaterra, Leopoldo de Bélgica y la Emperatriz Carlota de Bélgica) sino que además, presentaba un notable pasado que lo emparentaba con algunas de las familias más importantes de Prusia.

Carruaje que llevó a Fernando de Sajonia y su esposa Maria Antonia de Kohary hasta la iglesia en la que sellaron su matrimonio a finales del siglo XIX. 

     El excelente estado de conservación del ajuar de los caballos y el carruaje es realmente asombroso

                                      Tronos del Príncipe Fernando y la Princesa María Antonia

En esta sala se reconstruyen algunos livings de la alta burguesía búlgara de inicios del iglo XIX. Mobiliarios y vestimentas de la época fueron puestas en escena para evocar como era el modo de vida de aquellos años.

       Mesa que pertenceció a la familia real y que se conserva en excelente estado desde el S. XIX

                                     Mobiliario que perteneció al Rey Fernando I de Bulgaria 

        Fotografía del Rey Borís III (hijo del rey Fernando) y la Reina Giovanna, quien era italiana.

                                           Vestimenta y mobiliario de la Reina Giovanna

              Escritorio del Rey Fernando que fue un obsequio del Canciller Otto Von Bismarck

                           Auto en el que se desplazaba el Rey Fernando y la familia real 

En esta sala se puede observar un cuadro de Stefan Stambolov (primer ministro búlgaro considerado el Bismarc búlgaro) y el "libro dorado" que era el libro de visitas de la ciudad de Sofía. La ciudad pasó a ser oficialmente capital de Bulgaria en 1879 y, desde entonces, recibió  amiles de mandatarios y miembros de las diferentes monarquías europeas.

              Bicicleta del siglo XIX que habría pertenecido a uno de los hijos del Rey Fernando 

SALAS DEL SIGLO XX: EL PESO DEL PASADO RECIENTE 

En 1946 cayó finalmente la monarquía y se instauró la República Popular Búlgara de corte comunista. Desde entonces y hasta 1989 (año de la caída del Muro de Berlín) Bulgaria formó parte de la U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) transformándose en una potencia industrial con gran desarrollo económico. En esta sala se pueden observar una serie de objetos diferentes que dan cuenta de cómo era la vida en aquellos años y cómo ese pasado reciente aún resuena en los búlgaros contemporáneos.

                                   Juguetes fabricados durante los años del Comunismo 

Como sucedió en otros países que integraban el Pacto de Varsovia la moda estaba diseñada siguiendo cánones estéticos que no contrariaran la escencia ideológica del comunismo.

                            Caja que en su interior guardaba un aro y una pelota inflable 

Productos provenientes del mundo capitalista y que ingresaban a Sofía mediante el contrabando y el tráfico ilegal. Cigarrillos, jeans, medias de mujer, discos, cosméticos, bebidas alcohólicas, libros y revistas eran los objetos más buscados por los jóvenes búlgaros.

                                              Mezquita Banya Bashi ubicada al lado del museo 

Museo de Historia Regional de Sofía

Dirección: Bansky 1

Horario: 10 a 18 hs

Precios:

Adultos: 8 BGN (5 €)

Menores de 7 años: gratis

Escolares, universitarios y jubilados: 2 BGN (1 €)

Familias: 10 BGN (5 €)

Tour Virtual por todas las salas del museo 

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