Es sabido que Bruselas es la Grand Place, el Mannekin Pis, los chocolates de excelente calidad y, también, un rincón de Europa donde el mundo de la caricatura y el arte gráfico se exhiben en cada esquina. Luego de la Segunda Guerra Mundial la ciudad es una de las que más creció en el viejo continente, y su designación como sede oficial de la Comunidad Europea la volvieron no solo una ciudad cosmopolita sino, además, un verdadero espacio en el cual las artes alcanzaron un gran desarrollo.