02 Jul
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En una estadía en Roma nunca se puede dejar de lado una visita al Trastévere. Esta zona que en la actualidad es uno de los barrios más distinguidos y caros de la ciudad tiene una historia que lo hace uno de los sitios mas particulares del mapa romano. Según cuenta la historia, en épocas del imperio, a esa zona ubicada al otro lado del río Tíber eran enviados aquellos que cometían delitos y que se los ponía en el "Trastévere" a modo de castigo. Desde mismo momento en que eran confinados allí pesaba sobre ellos el destierro, no pudiendo regresar jamás al otro lado de la ciudad.

Ya en épocas pre-cristianas, el barrio dejó de ser el sitio donde habitaban los malvivientes del imperio y se tejió la leyenda de que allí brotó petróleo como un vaticinio de lo que sería, algunos años más tarde, el nacimiento de Cristo. Así el barrio se fue poblando de judíos que llegaban provenientes de otras partes de Europa y Asia y fué luego de la Segunda Guerra Mundial que la zona alcanzó el status de privilegio con el que contó desde entonces. Hoy, el barrio es una de las zonas mas pintorescas y una de las mas elegidas por los bohemios que deciden hacer de ella un lugar de inspiración. Con la reciente crisis europea vivir allí se hizo prácticamente imposible, pero la población de mayor poder adquisitivo ha podido mantener los pisos que hacen del barrio una zona inolvidable.

La ribera del Tíber es inspiradoramente poética desde sus imágenes. Los árboles que caen sobre las durmientes que separan un lado y otro del Tíber evocan paisajes de ensueño y preparan visualmente al viajero para lo que verá una vez que cruce algunos de los puentes que comunican ambas partes de la ciudad. 

El Ponte Sant´Angelo es uno de los elegidos para cruzar al Trastévere. Para llegar al corazón del barrio hay que evitar el Vaticano (puesto que abre demasiado el camino) y seguir la larga avenida denominada Lungotévere (que bordea el Tíber en casi toda su extensión). A lo largo de toda la longitud verán diferentes entradas al Trastévere, las cuales se encuentran perfectamente señalizadas en cada una de las esquinas (la más conocida es la de la Villa Farnesina, sitio arqueológico que en la antigüedad fue una villa imperial y hoy se puede visitar como museo)

Desde el Ponte Sant´Angelo se tienen las vistas más increíbles de la ciudad al otro lado del Tíber. Las casas que contrastan con los puentes y la grisácea agua del río hacen de la zona una verdadera postal de Roma. 

El Trastévere es una de las zonas donde más se concentran iglesias, capillas y donde mayor actividad religiosa se advierte después del Vaticano. 

Teniendo en cuenta su carácter bohemio y aburguesado, es muy común encontrar librerías ubicadas en edificios antiguos que atesoran ejemplares (la gran mayoría en italiano) de libros incunables o bien piezas usadas que se pueden adquirir a cambio de pocos euros. Dado que la población estudiantil en la zona es abundante la oferta de libros de arte y de historia (dos de las carreras con mayor cantidad de alumnos en las universidades romanas) es una de las mas importantes de la ciudad.  

Grafitteros y artistas callejeros le ponen estilo y color a las antiguas calluejuelas adoquinadas 

Aquellos que andan por el mundo haciendo tours gastronómicos encontrarán en esta zona de Roma una de las mejores para degustar muchas de las delicias que propone la cocina y pastelería italiana. Abundan las casas de pastelerías, bombonerías e incluso algunos de los cafés y heladerías más importantes que aparecen en la mayoría de las guías internacionales. Muchos de ellos, inspirados en la bohemia y el espíritu artístico que sobrevuela la zona, hacen de los escaparates o bien de la ambientación, sitios que en algunos casos parecen una verdadera obra de arte en sí mismas (Véase en la foto de arriba la meticulosidad con la que se armó el escaparate, con ángeles, cajas de bombones, bandejas con dulces y hasta un plasma que transmite en directo al que se para frente a la vidriera lo que sucede en el interior del local)  

Los cafés son otros de los elegidos por los amantes de la gastronomía. La mayoría de ellos cuenta con una historia importante (por el Antico Caffé del moro cuentan que han pasado las personalidades más importantes del jet-set mundial de todos los tiempos) y son el lugar más indicado si se quiere tener una aproximación a la interesante aventura de la cafetería romana, amplia, interesante y cargada de sorpresas para quien pida por primera vez un café.

 La Santa María in Trastévere es sin dudas la diva máxima del antiguo barrio. Muchos historiadores aseguran que su importancia se debe a un doble mérito: por un lado, parece que fue la primera iglesia que se fundó en Roma y, por el otro, es el primer templo cristiano dedicado a la Virgen María. El aspecto que se puede ver en la actualidad es obra del Abad Desiderio de Monte Cassino, quien a fines del S. XI mandó a buscar mosaiquistas de Constantinopla para que le dieran el aspecto que hoy tiene la fachada. Es por eso que sorprende cuando se llega a ella, ya que desde la fachada y los interiores se advierte un estilo que obedece mas a la estética del imperio romano de Oriente que al de Occidente.

El motivo en mosaico de la fachada muestra a la Virgen María en el centro y una serie de mujeres a cada uno de los costados. Ellas son las vírgenes sabias y tontas de las que habla el Evangelio (o falsas vírgenes, si quiere). Algunos aseguran que varias de ellas son viudas y no vírgenes y que están en el motivo como las encargadas de mantener viva la llama de las lámparas (signo de fe en la liturgia cristiana). A los pies de la Virgen aparecen dos mujeres pequeñas que representan a quienes financiaron la creación de la Iglesia.

La fuente que se encuentra frente a la fachada principal de la iglesia le da nombre a la plaza (Piazza della Santa María in Trastévere). Si quieren un lugar para descansar un rato y admirar las maravillas arquitecónicas y la gracia de la gente que la puebla les aseguro que no hay sitio mejor que las escalinatas de la fuente, la cual suele estar abarrotada de turistas aunque, si se va cerca del atardecer, podrán estar tranquilos hasta entrada la noche. 

Muchos de los edificios que enmarcan la plaza fueron destinados a cafés, bares o restaurantes. El precio en muchos de ellos es muy superior a los de otras zonas de Roma (sobre todo los restaurantes). Pero si quieren tomar un café con la vista hacia la Santa María háganlo sin miedo ya que los precios en esa especialidad suelen ser casi iguales que en el resto de la ciudad. 

 Siguiendo el camino del Lungotévere se llega a la Isola Tiberina (Isla Tiberina). Según cuenta la leyenda, en el siglo I a.C, una delegación de romanos regresó de una visita a la Isla de Epidauros (en Grecia) on la instrucción de crear un tenplo a Esculapio (dios de la curación) para sofocar una plaga. Al parecer, mientras navegaban por el Tiber, una serpiente se escapó del barco y les indicó en que  lugar construir el templo. Por eso se erigió en la isla una construcción con forma de barco. Años mas tarde allí se intentó hacer un monumento a San Alberto (martirizado en Praga) aunque finalmente, el lugar fue el sitio elegido para ubicar una iglesia en honor a San Bartolomé. 

Allí podría decirse que termina la visita al fascinante y pintoresco barrio del Trastévere. Pero si quieren ver más puntos interesantes les recomiendo visitar algunos de los de esta lista:
* Iglesia de Santa Cecilia.*Iglesia de San Crisógono.* Iglesia de San Francesco a Ripa.*Villa Farnesina.*Il Gianícolo (desde donde se tiene una interesante vista de las cúpulas de Roma).*Palazzo Corsini.* San Pietro in Montorio y el Tempietto di Bramante.

Más información
Santa María in Trastévere
Piazza Santa María in Trastévere
Abierto a diario
Bus: 23-115-125-175-280
Tranvía: 3 y 8
Villa Farnesina 
Via della Lungara 230
Abierto Lunes a sábados de 9 a 13
(A pocos metros de la Santa María in Trastévere)
Il Gianícolo
Bus:115-870 

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