13 Sep
13Sep

Cuando se la ve emergiendo en medio del paisaje de la costanera sur parece un espejismo. ¿Como es posible que aparezca semejante edificio de estilo francés recargado de gárgolas y seres mitológicos justo enfrente del lugar donde la gente hace fila para comer los lomos y las bondiolitas más deliciosas de Buenos Aires? La respuesta es retórica pero lo cierto es que es real. A metros nomas de donde late el corazón de la ciudad, ella sobrevive mostrando su rostro de señora añeja que ha sabido ponerse más linda con los años.

La primera vez que ví el edificio me hizo acordar enseguida de las fotos en blanco y negro de la década del 30´donde muchachas de buena posición social llegaban hasta ella acompañadas de los galanes de turno enfrascados en autos descapotables y la costanera era un espacio donde, al otro lado de la avenida, lo que había era el agua ocre del Río de la Plata y no los juncos de hoy.

Desde hace una década el Gobierno de la Ciudad la recibió como espacio para llevar a cabo el Centro de Museos de Buenos Aires y comenzaron con un arduo trabajo de reciclado. Desde la década del 70 en que había cerrado sus puertas que no se le hacía ningún mantenimiento y poco quedaba de sus años de esplendor, aquellos en los que el publico asistía a los carnavales disfrazados o para "milonguear" los fines de semana (y según se cuenta muchos de los que por allí pasaron fueron famosos, tales como Gardel, Alfonsina Storni, Alfredo Palacios, Leopoldo Lugones o hasta el mismo Juan Manuel Fangio cuando atravesaba su mejor momento deportivo). 

Lo cierto es que hoy volvió a funcionar como cervecería y, además de ser los aposentos de un organismo estatal, cuenta con interesantes programas culturales y eventos dignos de apoyar . Es así que- entre entre otras cosas- la Munich es la sede del Museo de la Caricatura y el Humor, ubicado en la planta baja y el subsuelo de la cervecería. De más está decirles que si hacen una visita no pueden dejar de asisitir a éste, puesto que es muy interesante y atesora buena parte del patrimonio gráfico y caricaturesco de la historia argentina.

Los invito a visitarlo a través de este fotorreportaje: 

Ubicado a un costado de la Cervecería, el museo tiene la colección permanente ubicada en el primer subsuelo, lugar donde también funciona el auditorio en el que se proyectan diferentes materiales audiovisuales). En la planta baja del museo, se encuentra una sala con paredes blancas donde se exhiben las diferentes muestras temporarias que van ocupando ese espacio.

Una vez dentro del primer subsuelo se verá que la colección está diagramada para recorrerla en el sentido de las agujas del reloj. Con muy buen tino, los organizadores ubicaron las piezas en orden cronológico, por lo cual lo primero que verán son bocetos de algunos de los peinetones que se usaba en los años del Primer Gobierno Patrio y las primeras manifestaciones de las revistas políticas más importantes de nuestra historia.

 

Una vez terminada la visita al Museo les recomiendo que vuelvan al recinto de la Munich, elijan una mesa (dependiendo el día pueden hacerlo afuera) y se pidan una cerveza o cualquiera de los tragos que preparan en la barra del siglo pasado. Si van un sábado recuerden las ofertas culturales y si es otro día, disfruten de uno de los edificios más bellos y porteños que nos queda en pie. 

Más información

Cervecería Munich

Museo del Humor 

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